¿Por qué se difunden las ideas? 5 factores que marcan la diferencia

[specialbox]Nota: Esta es una publicación de invitado de David Burkus. David es un autor de gran éxito de ventas, orador, podcaster galardonado y profesor de gestión. Puedes aprender más sobre David en davidburkus.com.[/specialbox]

Como escritor, tu éxito creativo no depende solo de que se te ocurran grandes ideas. Pero también con hacer que esas ideas sean vistas y escuchadas por su público objetivo.

¿Por qué se difunden las ideas?  5 factores que marcan la diferencia

Nos gusta pensar que las grandes ideas se reconocen como tales desde el principio, pero de hecho, rara vez es así. Aprendí esto de la manera más difícil cuando mi primer libro electrónico colapsó y se quemó tan rápido que recurrí a regalarlo.

La investigación muestra que no somos tan buenos como pensamos en reconocer el valor de las ideas creativas. Si busca una definición de creatividad, probablemente encontrará una definición que dice que la creatividad incorpora palabras como «nuevo» y «útil» (o sinónimos similares como «original» y «valioso»). Para que algo sea visto como una idea creativa, tiene que ser nuevo y útil. Pero resulta que los humanos somos terribles para ver lo útil en lo nuevo.

Para que tu trabajo sea visto, tiene que salir del status quo. Pero esa partida incomoda a mucha gente. A pesar de nuestro deseo declarado a menudo de más creatividad, también tenemos un deseo más fuerte de certeza y estructura. Cuando se cuestiona esa certeza, se desarrolla un sesgo contra la creatividad.

Entonces, ¿cómo puede mejorar las posibilidades de que se adopte su gran idea? Pregúntale a Everett Rogers.

En 1962, Rodgers publicó Difusión de la innovación (donde acuñó el término “early adopter”). Este fue el resultado final de un proyecto de investigación a gran escala sobre por qué se propagan las innovaciones. Rogers, entonces profesor de sociología en la Universidad Estatal de Ohio, recopiló los resultados de más de 500 estudios sobre por qué las personas y las organizaciones adoptan las ideas creativas.

Descubrió que cinco factores aumentaban en gran medida la posibilidad de que quienes juzgaban una idea la adoptaran y la difundieran: ventaja relativa, compatibilidad, complejidad, capacidad de prueba y observabilidad.

1. Ventaja relativa

Este es el grado en que una idea o producto se percibe como mejor que el estándar existente. ¿Cuánto de una mejora es con respecto a la generación anterior? Cuanto mayor sea la ventaja relativa, mayor será la posibilidad de adopción.

Muchas de las obras de arte más renombradas son elogiadas por la forma en que hicieron avanzar dramáticamente su género. Si su escritura de no ficción no aporta un nuevo conocimiento, habilidad o perspectiva significativos, o si su escritura de ficción no logra entretener, entonces las probabilidades de que alguien hable de ello son escasas.

La ventaja relativa es lo que la mayoría de la gente piensa cuando visualiza algo que es «creativo».

2. Compatibilidad

¿Con qué facilidad puedo usar mi experiencia pasada para comprender cómo funciona este nuevo producto o qué significa este nuevo trabajo? Cuanto mayor sea la similitud con las normas existentes, mayores serán las posibilidades de adopción.

Las ideas y las personas que pierden el factor de compatibilidad a menudo se describen como demasiado «adelantadas a su tiempo». Por ejemplo, a pesar de todos sus efectos especiales innovadores, muchas películas taquilleras a menudo toman prestados elementos de la trama de El monomito de Joseph Campbell—o el viaje del héroe— para hacerlos compatibles con las historias que ya nos gustan, desde el Star Wars original hasta el nuevo Star Wars.

3. Complejidad (o Simplicidad)

¿Qué tan fácil es para la gente entender su nueva idea o producto? ¿Es su idea una simple extensión de la lógica? ¿Es una pieza fácil de leer? Si el trabajo o producto se considera muy complejo o difícil de comprender, las personas evitarán comprometerse con el trabajo o adoptar la idea.

Piense en cómo Google llegó a la cima de las guerras de búsqueda, en parte debido a su algoritmo de back-end, pero también porque su página de inicio estaba despejada y era fácil de entender. O cómo los escritores de grandes ventas como Simon Sinek convierten su libro de más de 200 páginas en un simple mantra: los líderes comen al último.

4. Pruebabilidad

¿Qué tan fácil es para su público objetivo interactuar con sus nuevos conceptos o experimentar con su producto? ¿Con qué facilidad pueden probarlo? Cuantos más usuarios o patrocinadores potenciales puedan probar el producto o ver el trabajo, es más probable que las personas lo adopten.

En la última década, muchos artistas y grupos discográficos como Jonathan Coulton han llevado la capacidad de prueba a nuevos niveles. Jonathan regala su música de forma gratuita y ajustó su modelo de negocios para aprovechar las entradas de conciertos en vivo, lo que le permitió ganarse la vida a tiempo completo con su música. Los oyentes prueban gratis y demuestran su apoyo después.

Cuanto más puedan intentarlo, menos incertidumbre habrá en torno a comprometerse con él. Los escritores que construyen su plataforma a través de blogs primero y escriben el libro una vez que se ha reunido una tribu están aprovechando el mismo principio.

5. Observabilidad

La observabilidad es el resultado notable de probar o consumir su idea o producto. Cuando los nuevos productos son muy visibles, impulsa a más personas a compartirlos y aumenta la probabilidad de adopción masiva.

Una de las razones del éxito de Banksy, un grafitero inglés, es la observabilidad de su obra. Muchos artistas desafían las convenciones sociales de formas únicas y aparentemente divertidas, pero el trabajo de Banksy es muy público y fácil de compartir. No está simplemente atrapado detrás del vidrio en una sola galería o museo. Asimismo, cuando la gente ve el cambio drástico que experimentan quienes leen tu obra, prácticamente se invita a sí misma a sumarse.

Cuando las ideas se propagan

Cuando se cumplen estos cinco factores, es mucho más probable que las ideas y los trabajos creativos sean ampliamente adoptados. Como tales, son una prueba de fuego útil para juzgar si una idea está lista para ser presentada al mundo.

Independientemente de cuánto entusiasmo tenga por su nueva idea, debe realizar una evaluación imparcial de la misma frente a estos cinco factores. Esto le proporcionará un buen indicador de si su entusiasmo se traducirá en éxito. Si faltan la mayoría de estos factores, tal vez sea hora de repensar su trabajo o refinar su discurso.

¿Tienes una nueva idea o producto que estás desarrollando? ¿Cómo se ajusta a los criterios de estos cinco factores? Comparte en los comentarios.

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